Es curioso que Lorre, un actor poco mediático, se hiciera su pequeño hueco en el mundo de la publicidad. Y como vemos en el texto de apoyo, fue 20000 leguas de Viaje submarino, la exitosa adaptación del clásico de Verne que lanzó la compañía Walt Disney, sin duda, la que propició la irrupción del característico actor en las campañas publicitarias.
Cuellos de camisa que no se doblan ni a la de tres, o relojes con la correa maleable. Si lo dice Peter Lorre, tiene que ser verdad.
3 comentarios:
Sería, como dice usted, el estreno de 20.000 leguas lo que le convirtió en apto para la publicidad... porque lo que es en Mad love, El vampiro de Dusseldorf o Island of doomed men, tan macabro y enfermizo él, dudo que lo hubiese querido contratar anunciante alguno... como no fuese de ataúdes!
Ah, el querido y venerado Lorre...
Siempre un placer volver al señor Lorre. Esta faceta publicitaria es divertidísima!
Saludos
No es por nada, pero hasta los anuncios de antaño tenían un algo que les falta a los de ahora, jeje.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Perderme por vuestros respectivos blogs es un placer absoluto.
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