Si quiere usted lucir un pelo lustroso, ya sabe que las lobas van a por los lobos que usan "Mr. Scarol". No dude en masajearse el cráneo con él.
O si usted se quiere rasurar bien el bello facial, porque le sale a puñados, la maquinilla de afeitar Krac II va de perilla (y nunca mejor dicho).
O simplemente si le apetece hincarle el diente a una delicia salada (como la que comen los perros pero para humanos), Slim Jim le alegrará el día. Apetitosas barritas de varios sabores (las hay hasta con sabor a pizza).
Pues bien, para publicitar esos productos se ha contado con nuestro entrañable monstruo de toda la vida, el hombre lobo.
Que es licántropo asesino, pero también merece ganarse la vida honradamente, y si es en el mundo de los reclamos en revistas, mejor que mejor.
3 comentarios:
Muy buena entrada; la publicidad es en el sentido que nos gusta a nosotros, un campo poco explorado y con muchas posibilidades. Bravo.
Genial!! :)
Saludos.
Ja, ja, muy buena la publicidad, la verdad. ¿No hay de Drácula anunciando hilo dental? Y el juego de La guerra de los mundos promete, la verdad es que no lo conocía mucho, aunque me esté mal en decirlo.
Un abrazo y a seguir bien, amigo
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