Han pasado unos cuantos días, y los que aún siguen al otro lado de esta bitácora se preguntarán, ¿donde te escondes, hermano?. Lo fácil sería decir que he estado enterrando cadáveres o desenterrándolos. Pero no. Ni una cosa ni otra. Es una labor para gente más joven y yo no puedo pagarme un ayudante, de esos jorobados. La cosa del "laburo" está francamente mal.
No hace mucho tiempo, era feliz en mi laboratorio con mis experimentos y mis fórmulas secretas. De vez en cuando patentaba algo, lo presentaba a una empresa del ramo que sin pensarlo dos veces lo adquiría, y a vivir varios meses con lo ganado. Todo iba viento en popa. Pero ahora... ay, ahora. Ahora nada. Ya no se arriegan con productos nuevos. Ya no demandan mis ingenios. Andan como almas erráticas imaginando que ese mes es el último mes que permanecerán abiertos. Y la situación a saber cuánto ha de durar.
Al menos con lo ahorrado puedo seguir como hasta ahora. De momento he atrancado puertas y ventanas. He apagado luces. Y con un cuchillo jamonero en una mano y el mando a distancia en la otra, he continuado viendo cine.
Con el estómago vacío se ven mejor las películas. La mente está en blanco, nada la contamina. y he disfrutado con una tanda peliculera de lo que se hace hoy en día. Lean, lean.
Los cronocrímenes, es española. Tipo regreso al futuro, con paradojas temporales. Empieza un poco floja, pero al poco se anima. Sale una momia rosa, que mola un montón (como dice ahora la juventud). Y así la cosa se complica y mucho. Pero está muy bien contada. El protagonista está muy bien en su papel. El resto son muy malos, pero bueno, salen poco. Y cuando da fin, siento como que me ha gustado bastante, se me ha pasado volando. Y pensando, pensando, encajaba todo, como un puzzle, aunque mejor no darle más vueltas a la cosa.

Doomsday, me pareció muy divertida. Pensaba que iba a ser como aquella de los infectados, 28 días después creo que se llamaba. Luego parecía Aliens, pero sin aliens. Al poco Mad max, con todos esos tiparracos con pelo cresta. Después una aventura medieval a lo Ivanhoe. Todo remezclado, un batiburrillo de cosas. Supongo que los guionistas no se lo curraron bastante, pero ahí estaba el que dirigía para poner las cosas en su sitio. Y es que le da un ritmo al asunto y una vidilla, que es lo mejor sin duda. No hay momentos de respiro. Mucha acción. Disfruté como un chiquillo con toda esa parafernalia. Yeehaaaa!.


La de
Dance of the dead la vi subtitulada, porque aquí no la han sacado aún, creo. De zombis y toques de humor. Así empieza, con chascarrillos y tal. Luego se pone seria. Son unos muchachos de un instituto que se las han de ver con una horda de zombis. Actores muy flojitos. La verdad es que acabó cansándome. No me ofreció nada nuevo, todo muy visto. parece que sólo se divertían ellos. Y muy mal dirigida. Pese a todo, a lo que me dí cuenta ya se había acabado.
Diary of the dead también es de zombis, pero es muy rara porque a veces se vuelven zombis al poco de morir, aunque no les hayan mordido. Es de Romero, el inimitable. Peor es demasiado confusa y rara para mi gusto. Hace ver que es una peli que ruedan unos universitarios, cámara en mano. Y a la vez se ven imágenes de grabación de los medios. No salen muchos zombis, es como el origen de ellos. Me recordó a esos libros que ha escrito Richard Brooks donde se teoriza sobre el mundo zombi. Tiene algunas escenas muy chulas, como la del zombi al que le derriten la cabeza, el granjero amish, o el zombi payaso. Me da la sensación de que a Romero se le ha ido de las manos la película, que quería hacerla muy filosófica pero le ha venido grande. La verdad es que los actores son penosicos. Los efectos están muy bien.

Y hasta aquí llega este repaso de lo que he visto estos días de encierro provisional. Ya he tenido bastante ración de monstruos modernos, ahora tocarán los clásicos, que dan más miedo. Y si aún me quedan fuerzas, volveré por aquí para contarlo. ¡Hasta pronto, amigos!